El sueño de Domingo Faustino Sarmiento

Publicado por: Ana Paulina Rivero Hinojosa

 

Recuerdos de provincia.jpg

Portada de la primera edición

Fuente: Sarmiento, Domingo F., Recuerdos de Provincia, 1ra. ed., Imprenta de Julio Belín y compañía, Santiago, 1850.

 

Soñante: Domingo Faustino Sarmiento

Contexto: Sarmiento es un importante político argentino recordado, entre otras cosas, por sus logros en educación pública.En su autobiografía, Recuerdos de Provincia, Sarmiento relata la historia de su madre y afirma que «para los efectos del corazón no hay madre igual a aquella que nos ha cabido en suerte; pero cuando se han leído páginas como las de Lamartine, no todas las madres se prestan a dejar en un libro esculpida su imagen». Narra un sueño vinculado con la muerte de su madre.

Sueño:

¡Pobre mi madre! En Nápoles, la noche que descendí del Vesubio, la fiebre de las emociones del día me daba pesadillas horribles, en lugar del sueño que mis agitados miembros reclamaban. Las llamaradas del volcán, la obscuridad del abismo que no debe ser obscuro, se mezclaban qué sé yo a qué absurdo de la imaginación aterrada, y al despertar de entre aquellos sueños que querían despedazarme, una idea sola quedaba tenaz, persistente como un hecho real: ¡mi madre había muerto! Escribí esa noche a mi familia, compré quince días después una misa de requiem en Roma, para que le cantasen en su honor las pensionistas de Santa Rosa, mis discípulas; e hice el voto y perseveré en él mientras estuve bajo la influencia de aquellas tristes ideas, de presentarme en mi patria un día, y decirle a Benavides, a Rosas, a todos mis verdugos: Vosotros también habéis tenido madre: vengo a honrar la memoria de la mía; haced, pues, un paréntesis a las brutalidades de vuestra política, no manchéis un acto de piedad filial. ¡Dejadme decir a todos quién era esta pobre mujer que ya no existe! ¡Y, vive Dios, que lo hubiera cumplido, como he cumplido tantos otros buenos propósitos, y he de cumplir aún mucho más que me tengo hechos!

Por fortuna, téngola aquí a mi lado, y ella me instruye de cosas de otros tiempos, ignoradas por mí, olvidadas de todos. ¡A los setenta y seis años de edad, mi madre ha atravesado la cordillera de los Andes para despedirse de su hijo, antes de descender a la tumba! Esto sólo bastaría a dar una idea de la energía moral de su carácter. Cada familia es un poema, ha dicho Lamartine, y el de la mía es triste, luminoso y útil, como aquellos lejanos faroles de papel de las aldeas que con su apagada luz enseñan, sin embargo, el camino a los que vagan por los campos. Mi madre en su avanzada edad conserva apenas rastros de una beldad severa y modesta. Su estatura elevada, sus formas acentuadas y huesosas, apareciendo muy marcados en su fisonomía los juanetes, señal de decisión y de energía, he aquí todo lo que de su exterior merece citarse, si no es su frente llena de desigualdades protuberantes, como es raro en su sexo.

Comentario: 

Hay quienes piensan que Recuerdos de Provincia ayudó a la carrera política de Sarmiento. En La estrategia ejemplar de Recuerdos de Provincia, Beatriz Sarlo afirma que en la autobiografía se favorecen ciertas virtudes políticas que Sarmiento se jacta de poseer.

Pienso que el amor  y la admiración por su madre son elementos que el autor quería resaltar en su autobiografía partiendo de la idea de que el temor por perder a la madre no es una muestra de debilidad. Relatar su sueño tiene  intención de mostrar  que sus temores (presentes en sus sueños), no son los de un hombre débil políticamente hablando, sino de un hombre que ama y valora a su madre y que está orgulloso de sus raíces.

Sueño del Establo

Publicado por Cybil Herrera Gutiérrez

Fuente: Carl Jung, La Vida Simbólica, Obra Completa, pág. 20o (parágrafo 469)

Soñante: Mujer paciente de Jung.

Contexto: Una paciente cuya conciencia estaba cimentada en estúpidos prejuicios que sustentaba con argumentos testarudos. Un carácter muy rígido como para aceptar sus ideas erróneas.

Sueño:

La mujer soñó que estaba invitada a un gran acontecimiento social. La anfitriona (una mujer muy brillante) la recibe en la puerta con estas palabras: «Oh, me alegro de que usted haya venido, todos sus amigos ya están aquí y la esperan». La anfitriona la conduce a una puerta, la abre y la señora entra… en un establo.

Interpretación dada por Jung:

Un sueño cuya función era equilibrar las perturbaciones que impedían el equilibrio mental. El lenguaje del sueño es directo y  claro, un método totalmente diferente al que se espera de un médico, quien primero tratará de convencer suavemente a la señora de que obra, piensa y actúa erróneamente.El lenguaje de este sueño apela directamente al sentimiento y emoción. Este lenguaje es más concreto y drástico, lo suficientemente simple para que lo entienda hasta un zopenco.

 

Wagner sueña a Nietzsche

Etiquetas

Publicado por: Ana Paulina Rivero Hinojosa

Soñante: Richard Wagner

Fuente: Wagner, Cosima, Cartas a Friedrich Nietzsche: diarios y otros testimonios,Madrid:   Trotta, 2013.

Wagner, Cosima y Nietzsche. Imagen en portada del libro: Nietzsche, Cosima, Wagner: retrato de una amistad de Dieter Borchmeyer.

Contexto:

La relación entre Wagner y Nietzsche tuvo al menos dos etapas: una de respeto y admiración, y otra de crítica y oposiciones. En un inicio, Nietzsche era una gran amigo de la familia Wagner, así lo muestra su correspondencia con Cosima y el diario que ella escribió durante  14 años.

Cosima, esposa de Richard Wagner, escribó su diario desde el 1 de enero de 1869 hasta el 13 de febrero de 1883, día en que muere su esposo. Escribía, principalmente, sobre su vida con Richard. El 5 de septiembre de 1878, Cosima escribe un sueño que él le contó:

Sueño: 

Por la noche observé que R. [Richard Wagner] no se encontraba a mi lado en la cama, me levanté para ver dónde estaba. Se encontraba sentado en su estancia de trabajo leyendo Les ducs de Bourgogne: decía que tenía congestión. Por la mañana me contó el sueño que le había despertado; continuamente en­traba más gente en su casa, entre otros Klindworth, y finalmente Nietz­sche, el cual profirió contra él injurias vergonzosas y se burlaba de él por la melodía del coro de los peregrinos de Tannhauser, es decir, que cantaba una poesía en la que se mofaba de él; él le dijo: ¿Me trata usted así porque estoy desarmado? — Le he preguntado desde la ventana qué pasaba y para no angustiarme ha dicho que Nietzsche le estaba leyendo su nueva poesía; pero se ha despertado ante tamaño y tan inquietante aprieto.

Comentario: 

Me parece que este sueño de Richard Wagner refleja su miedo a la crítica y a las burlas, además de un creciente distanciamiento con Nietzsche pues, para el momento en que Cosima escribe este sueño, la relación entre los dos primeros ya no era buena. Un pequeño recuento de los acontecimientos de ese año puede ayudar a comprender el sueño:

El 3 de enero  de ese mismo año, Nietzsche recibió el libreto de Parsifal, el último drama de Wagner. Al día siguiente, le escribe una carta a Reinhardt von Seydlitz haciendo varias críticas al libreto. En mayo, Nietzsche envía a Wagner su libro Humano, demasiado humano, el cual no es muy bien recibido por la familia Wagner, sobre todo por Cosima. Nietzsche se entera del recibimiento que tuvo su obra en la casa de los Wagner gracias a una carta de Schmeitzner del 9 de mayo.  Por otro lado, los wagnerianos del momento manifiestan su aprecio por Humano, demasiado humano, lo que incita a Wagner a leerlo.Poco después, en agosto, Wagner publica un artículo en la revista  Bayreuther Blätter donde hace un velado ataque a Nietazche, quien expresará su opinión en una carta a Overbeck el 3 de septiembre y en otras cartas a su editor, Schmeitzner.

1778 fue, en definitiva, el año decisivo para el distanciamiento entre Wagner y Nietzsche. Por ello, no es de extrañarse que el compositor tuviera sueños donde el filólogo se burlaba de él. Un pasaje interesante del sueño es cuando Wagner le dice a Nietzsche: «¿Me trata usted así porque estoy desarmado?» Cabe preguntarse de qué manera podría sentirse  el primero desarmado ante el segundo. Tal vez la obra Nietzsche impactó más a Wagner de lo éste estaba dispuesto a admitir y se sentía vulnerable ante sus críticas. Esta interpretación debe ser tomada con delicadeza; teniendo en cuenta que se tiene testimonio del sueño por una persona que no es el soñante, podría no estar transcrito tal cual fue contado.

 

El sueño de Paulo

Publicado por: Diana López Rodríguez

Soñante: Paulo

Fuente: Tirso de Molina, El condenado por desconfiado edición, introducción y notas de Ysla Campbell. Castalia Ediciones-Edhasa, España, 2012.

Contexto: Paulo es un fraile que se ha retirado de la sociedad por considerarla «la puerta del infierno», vive en la selva y después de diez años de ser ermitaño, decide salir. La finalidad de su retiro consistía en la creencia de que de esta forma se conduciría hacia Dios después de su muerte, pues así salvaría a su alma de los pecados a los que se le somete estando en la sociedad de los hombres.

Cuando Paulo sale de la cueva en la que vivía, comienza a hablar con Dios explicándole las razones de su retiro, rogándole que se apiade de su alma y le tome en consideración cuando sea el momento de su muerte, pues lo único que ha hecho en su estancia en la selva ha sido rezar y meditar para Dios. Sin embargo, poco después de su monólogo, Paulo se queda dormido y le sobreviene un sueño.

Sueño: 

¡Qué desventura!
¡Y qué desgracia, cierta, lastimosa!
El sueño me venció, viva figura
(por lo menos imagen temerosa)
de la muerte cruel; y al fin, rendido,
la devota oración puse en olvido.
Siguióse luego al sueño otro, de suerte,
sin duda, que a mi Dios tengo enojado,
si no es que acaso el enemigo fuerte
haya aquesta ilusión representado.
Siguiose al fin, ¡ay, Dios!, de ver la muerte.
¡Qué espantosa figura! ¡Ay, desdichado!
Si el verla en sueño causa tal quimera,
el que vivo la ve, ¿qué es lo que espera?
Tirome el golpe con el brazo diestro
no cortó la guadaña; el arco toma
la flecha en el derecho; en el siniestro,
el arco mismo que altiveces doma;
tirome al corazón; yo, que me muestro
al golpe herido, porque el cuerpo coma
la madre tierra, como a su despojo
desencarcelo al alma, al cuerpo arrojo.
Salió el alma en un vuelo, en un instante
vi de Dios la presencia. ¡Quién pudiera
no verle entonces! ¡Qué cruel semblante!
Resplandeciente espada y justiciera

en la derecha mano, y arrogante
(como ya por derecho suyo era)
el fiscal de las almas miré a un lado,
que aun con ser victorioso estaba airado.
Leyó mis culpas, y mi guarda santa
leyó mis buenas obras, y el justicia
mayor del cielo, que es aquel que espanta
de la infernal morada la malicia,
las puso en dos balanzas; mas levanta
el peso de mi culpa y mi injusticia
mis obras buenas, tanto, que el juez santo
me condena a los reinos del espanto.
Con aquella fatiga y aquel miedo
desperté, aunque temblando, y no vi nada
si no es mi culpa, y tan confuso quedo,
que si no es a mi suerte desdichada
o traza del contrario, ardid o enredo,
que vibra contra mí su ardiente espada,
no sé a qué lo atribuya. Vos, Dios santo,
me declarad la causa de este espanto.
¿Heme de condenar, mi Dios divino,
como ese sueño dice, o he de verme
en el sagrado alcázar cristalino?
Aqueste bien, Señor, habéis de hacerme.
¿Qué fin he de tener? Pues un camino
sigo tan bueno no queráis tenerme
en esta confusión, Señor eterno.
¿He de ir a vuestro cielo o al infierno?
Treinta años de edad tengo, Señor mío,
y los diez he gastado en el desierto,
y si viviera un siglo, un siglo fío
que lo mismo ha de ser; esto os advierto.
Si esto cumplo, Señor, con fuerza y brío,
¿qué fin he de tener? Lágrimas vierto.
Respondedme, Señor, Señor eterno.
¿He de ir a vuestro cielo o al infierno?

Comentario: No hay una interpretación propia del sueño en los estudios sobre esta obra. Sin embargo, por el desarrollo de la trama, este sueño puede considerarse como profético, puesto que Paulo, al verse contrariado por la manifestación onírica, comienza a preguntarse si lo que ha hecho no ha sido suficiente para salvar a su alma del infierno, es decir, que pone en duda su fe hacia Dios y, en este proceso de perplejidad, el Demonio aparece ante él disfrazado de Ángel y se aprovecha de la debilidad de su espíritu. Por oficio del Demonio, cuando Paulo decide nuevamente vivir en sociedad, se ve presa de diversas situaciones que lo tentarán a alejarse del camino de Dios, a tal grado que, al final, es condenado a la muerte en la hoguera.

Por lo que el sueño de Paulo mostraba las diversas situaciones en las que se iba a encontrar el personaje, si no hacia caso de la fe que en un principio tenía. Por tal razón, el título de la obra de teatro, hace referencia a que la desconfianza misma de Paulo, le lleva a apartarse de su propósito inicial desembocando en un trágico final.

Nota: Un estudio más detallado sobre la influencia del sueño en esta obra, véase «Sueño y predicción, un tema de El condenado a muerte por desconfiado, de Tirso de Molina» de Félix Suárez. Fuente: La Colmena No. 68, Revista de la Universidad Autónoma del Estado de México.

El jardin de las delicias, detalle de El infierno, Bosco

Detalle de El infierno en El Jardín de las Delicias de Hyeronimus Bosch.

 

Sueño de Lex Hixon

Publicado por Rodrigo E. Osegueda

Fuente: Hixon, Lex, La recolección de la miel.
Soñante: Alexander Paul Hixon (Sheykh Nur al Jerrahi)

Contexto: Lex Xhixon practicante americano de la tradición sufí tiene el siguiente sueño en el que se le revela una exagésis mística del Corán.

El ser abandona su cuerpo terrenal y es llevado en sueño consciente al Paraíso. Conducido por un amoroso guía descubre amplios jardines resplandecientes, llenos de jubilosos seres de luz que giran y cantan de innumerables maneras para luego dedicarse a la contemplación silenciosa, llamada zikr, la remembranza constante de Allah. Conmovido por la belleza del Paraíso, sin embargo, el ser busca entender el cuadro completo y pregunta a su guía dónde se halla el Fuego del Infierno. Sonriendo suavemente, el guía le responde: «Amigo querido, no existe ese otro espacio que tú llamas Infierno». El ser, versado en la Revelación del Islam, contesta de inmediato, «Pero leemos en el Sagrado Corán que todos aquellos que niegan a Allah serán condenados eternamente al Infierno». El amado guía interviene con firmeza: «Pero si hemos leído una y otra vez en el Sagrado Corán que Allah es Todo Compasión y Todo Misericordia, ¿cómo podría un Poder Todo Compasión crear un lugar diseñado expresamente para que los seres sufran ni por un instante, muchos menos para toda la eternidad?» El ser se sorprende y queda intrigado pero no convencido. El guía, percibiéndolo, continúa: «¿Qué nos enseña la tradición mística acerca de la persona que repite, aunque por una sola vez, con absoluta sinceridad, la illaha ill-llah, sólo el Origen fundamental merece ser venerado?» Dichoso, el ser responde: «Esa persona se cuenta entre los benditos e inmediatamente después de la muerte despierta en el Paraíso».

«¡Muy bien!», exclama el guía, «y ya que todos los seres son rayos de la Luz de Allah, la esencia de cada uno está en afirmar que sólo Allah es digno de adoración y que todos los seres despertarán después del sueño de la muerte, directamente en el Paraíso». El ser se siente muy entusiasmado con esta explicación profunda, pero como estaba tan comprometido con las palabras del Sagrado Corán, todavía dudó en aceptar esta verdad de que no existe ningún lugar aparte llamado Infierno. El amado guía se percata de esta duda y ofrece una solución definitiva: «Mi querido amigo, es cierto que cuando un ser que no ha dedicado su vida al amor sumiso por Allah llega al Paraíso no puede tolerar la luminosidad tan intensa que hay allí y por lo tanto se vuelve a quedar dormido y sueña con el Infierno. El fuego del Infierno no es más que la luminosidad purificadora del Paraíso. Y todos los sueños, aún los sueños de condenación eterna, son momentáneos. Estos seres que sueñan, pronto despiertan en el Paraíso completamente purificados y alaban al Todomisericordioso». Ante esta explicación total, el ser entiende la coherencia y el poder acerca de la maravillosa verdad de la naturaleza todamisericordiosa de Allah.

El guía conduce al ser a una gran ventana al borde del Paraíso. De ahí el ser puede asomarse y mirar toda la creación de Allah, tanto en su forma cósmica como en cada íntimo detalle viviente. Al contemplar este espectáculo impresionante, de pronto el ser siente una gran nostalgia: «Amado guía, ¿se podrá alguna vez regresar del Paraíso al universo creado?» Volviendo a sonreír suavemente, el guía responde: «No existe ese lugar independiente que tú llamas creación».

A través del poder espiritual de estas palabras, el ser inmediatamente reconoce que esto no es una ventana sino un gran espejo esférico que rodea al Paraíso por todos lados. Cuando los elementos del Paraíso se ven reflejados en la inmensa curvatura del espejo aparecen como los elementos de la creación.Los arroyos que fluyen en el Paraíso se traducen mediante este reflejo en los arroyos de la vida consciente del universo. Cuando se reflejan las doncellas que bailan en el Paraíso se convierten en los planetas portadores de vida. Cuando se reflejan los derviches del Paraíso se manifiestan como las preciosas almas humanas. El universo entero es sencillamente el reflejo del Sueño Divino.

12004722_10206478104084576_4321651299533449931_n

Lex Hixon

 

Sueño de un hombre ridículo

Publicado por Rodrigo E. Osegueda

Fuente:

  • Fedor Dostoievski, Un hombre ridículo y otros cuentos, Terramar Ediciones, Buenos Aires, 2005.

Soñante: Narrador (Cuento de Fedor Dostoievski)

Contexto: El narrador comienza la historia presentándose como un hombre ridículo y solitario, cuya situación absurda surge de la convicción de que la existencia carece de sentido. Eso lo coloca en una posición de nihilismo negativo, hasta el punto de llegar a afirmar que todo le es indiferente y que las cosas no son más que apariencias, de modo que nunca existió o existirá nada más que en función de él mismo.

«Me representaba de modo muy claro que la vida y el mundo no dependían más que de mí. En realidad, hasta podía decirse, en aquel momento, que el mundo no había sido creado más que para mí. […]
Y puede suceder que, en efecto, nada exista para nadie después de mí y que el mundo entero, una vez que se haya abolido mi conciencia, se desvanezca como un fantasma, puesto que no es más que el objeto de mi conciencia, y que se aniquile, puesto que todo el mundo y todos los hombres acaso no sean más que yo mismo…»

Una noche, el narrador anónimo levanta la vista al cielo mientras vagaba por las calles sombrías de San Petersburgo y ve una estrella solitaria que reaviva en él la idea del suicidio, que había estado contemplando desde hacía dos meses. En ese momento acude a él una niña, que solicita entre balbuceos que ayude a su madre moribunda, a la cual rechaza sin consideraciones.

Al volver a su apartamento, el narrador se sienta frente al revólver y se ve asaltado por razonamientos relacionados con su imposibilidad de ser nada, la culpa que siente debido a la forma en que actuó frente a la niña y la contradicción que dicha vergüenza implica, dada la profunda indiferencia que cree sentir hacia el mundo
Sueño:

En su sueño siguió razonando sobre los asuntos que lo preocupaban. Imaginó que se suicidaba y lo enterraban en una tumba húmeda y fría. Una gota cae sobre su ojo, molestándolo, y movido por su malestar ruega el perdón a un hipotético Ser superior. Tras un minuto de espera, su ataúd se abre y es llevado al espacio, donde se le devuelve la vida. Luego de un largo viaje por el espacio, ve una pequeña estrella, la misma que observó la noche antes del suicidio, y es llevado por el Ser a un planeta similar a la Tierra.

Entonces se encuentra en un lugar similar a un archipiélago griego, y conoce a sus habitantes, hombres bellos y sabios. Al observarlos, el narrador comprende que se encuentra en el paraíso, en una etapa anterior a la que había vivido, donde la Tierra no ha sido manchada por el pecado y los hombres son inocentes y felices. En este ámbito utópico, la ciencia no es necesaria, no existe el deseo ni la propiedad privada y la muerte es afrontada sin temor, con la certeza de la comunión con un Todo en base al cual no se elabora religión alguna. Maravillado, el narrador permanece muchos años con estos seres, y finalmente termina siendo quien origina su caída. Los hombres aprenden de él a mentir, y a partir de esto surgen sus defectos: el engaño engendra el honor y la voluptuosidad, ésta los celos, y los celos la crueldad; poco después ocurre el primer homicidio. Los seres se separan, se vuelven egoístas, individualistas y solitarios, sufren y aprenden a festejar el dolor. La ciencia reemplaza la emoción, y el paraíso es olvidado, pero la nostalgia y la incertidumbre crean religiones. El narrador los observa con dolor y con amor, se echa la culpa y pide el castigo, pero ellos lo rechazan y lo tratan de loco.

Es entonces cuando despierta. Ante el planteamiento de los hombres que afirman que todo fue una alucinación, explica que la realidad podría no ser más que un sueño, y que la naturaleza de su revelación es superior a lo que ellos llaman vida.

Interpretación:

Horror vacui, el personaje del cuento de Fedor Dostoievski padece terror ante un mundo sin sentido, de una nada habitada por él. Dicho relato nos habla del pesimismo ante los estragos de la modernidad, de un mundo en decepción y sin fundamento. La nostalgia rusa revela la necesidad de despertar la imaginación que proporcionaba sentido al mundo, la nostalgia por la verdad ontológica que ha sido suplantada por la epistemología que tampoco se satisface. También nos habla de la utilidad del mito como reconstrucción del mundo y los tiempos para vislumbrar los estragos del egocentrismo;  Dostoievski  presenta como utopía aquello que aún se construye en todo tiempo y que depende de la sabiduría.

Laurent Grasso

Pintura de Laurent Grasso.

La legendaria batalla que convirtió a un imperio

Publicado por: Miroslava Quiñones Pérez

Soñante: Constantino I

Contexto:

Flavio Valerio Aurelio Constantino nació en Naissus en 272, fue emperador de los romanos desde su proclamación por sus tropas el 25 de julio de 306, y gobernó un imperio romano en constante crecimiento hasta su muerte. Se le conoce también como Constantino I, Constantino el Grande o en la iglesia ortodoxa como San Constantino.

Legalizador de la religión cristiana por el Edicto de Milán en 313, Constantino es conocido también por haber fundado la ciudad de Bizancio, llamándola Nueva Roma o Constantinopla. Convocó el primer Concilio de Nicea en 325, que otorgó legitimidad al cristianismo en el imperio romano por primera vez. Se considera que esto fue esencial para la expansión de esta religión, y los historiadores, desde Lactancio y Eusebio de Cesarea hasta nuestros días, le presentan como el primer emperador cristiano, si bien fue bautizado cuando ya se encontraba en su lecho de muerte, tras un largo catecumenado.

Sueño:

Este enfrentamiento tuvo lugar cerca de Roma frente al puente del Tíber conocido como Pons Milvium el 28 de octubre de 312 , y combatieron Majencio contra Constantino I. La victoria fue para este último quien pasó a ostentar definitivamente el título de co-emperador en el trono de occidente junto con su cuñado Licinio que era de oriente.

Un sinfín de luchas se produjeron en las dos partes del Imperio a consecuencia del establecimiento por Diocleciano de la Tetrarquía. Una de las últimas y más conocidas es la que enfrentó a Majencio contra Constantino, hijo de Constancio Cloro, que obtuvo la tetrarquía de occidente y Licinio sucesor inmediato de Maximino en oriente.

A la muerte del emperador Constancio en 306 Constantino fue nombrado Augusto de occidente. A su vez Majencio fue proclamado Augusto por su guardia aprovechando que Constantino se hallaba en Britania, y se hizo fuerte en la Ciudad de Roma. Constantino abandonó Britania y después de conseguir el apoyo del norte de la península de Italia y derrotar a las fuerzas de Majencio en Verona y Turín, reunió su ejército y se dirigió a la Metrópoli donde finalmente se enfrentó al ejército de Majencio que le esperaba al otro lado del Tíber.

La leyenda cuenta que una noche, antes de la batalla, Constantino vio en sueños una cruz en el cielo al mismo tiempo que una voz divina le indicaba que con ese signo vencería, in hoc signo vinces. Constantino hizo decorar los escudos de sus soldados con el símbolo de la cruz (el futuro Crismón) y se lanzó contra el ejército enemigo. El emperador se percató enseguida de que los jinetes de Majencio tenían desprotegido el vientre de sus monturas,por lo cual resultó fácil para sus tropas destripar a la caballería enemiga. Finalmente, venció después de una dura lucha.

El mismo Majencio murió ahogado en el río, por el peso de su armadura, durante la batalla, cuando su ejército huía ante la acometida de los hombres de Constantino. Sólo su cabeza volvió a Roma al día siguiente, cuando Constantino la exhibió en señal de victoria. El triunfo de Constantino supuso un año más tarde también la del cristianismo con el Edicto de Milán y a partir del 323 con el enfrentamiento y muerte de Licinio después de la batalla de Adrianópolis el final de la tetrarquía convirtiéndose Constantino en único emperador.

puentemilvio

Sueño infinito de Pao Yu

Publicado por Nelia Carter Pinzón.

Soñante: Pao Yu.

Publicado originalmente por: Tsao Hsue–King en 1754, forma parte de la novela El sueño del aposento rojo. 

Fuente: Valadés, Edmundo. El libro de la imaginación. México, FCE, 1984.

Publicado originalmente por: Tsao Hsue–King en 1754, forma parte de la novela El sueño del aposento rojo. 

Pao Yu soñó qe estaba en un jardín idéntico al de su casa. «¿Será posible, dijo, que haya un jardín idéntico al mío?» Se le acercaron unas doncellas. Pao Yu se dijo atónito: «¿Alguien tendrá doncellas iguales a Hsi-Yen, a Pin-Erh y a todas las de casa?» Una de las doncellas exclamó: «Ahí está Pao Yu. ¿Cómo habrá llegado hasta aquí?» Pao Yu pensó que lo habían reconocido. Se adelantó y les dijo: «Estaba caminando; por casualidad llegué hasta aquí. Caminemos un poco.» Las doncellas se rieron. «¡Qué desatino! Te confundimos con Pao Yu, nuestro amo, pero no eres tan gallardo como él.» Eran doncellas de otro Pao Yu. «Queridas hermanas — les dijo—: yo soy Pao Yu. ¿Quién es vuestro amo?» «Es Pao Yu — contestaron—. Sus padres le dieron ese nombre, que está compuesto de los dos caracteres: Pao (precioso) y Yu (jade), para que su vida fuera larga y feliz. ¿Quién eres tú para usurpar ese nombre?» Se fueron riéndose. Pao Yu quedó abatido. «Nunca me han tratado tan mal. ¿Por qué me aborrecerán estas doncellas? ¿Habrá, de veras, otro Pao Yu? Tengo que averiguarlo.» Trabajado por esos pensamientos, llegó a un patio que le pareció extrañamente familiar. Subió la escalera y entró en su cuarto. Vio a un joven acostado; al lado de la cama reían y hacían labores unas muchachas. El joven suspiraba. Una de las doncellas le dijo: «¿Qué sueñas, Pao Yu, estás afligido?» ‘Tuve un sueño muy raro. Soñé que estaba en un jardín y que ustedes no me reconocieron y me dejaron solo. Las seguí hasta la casa y me encontré con otro Pao Yu duermiendo en mi cama.» Al oir este diálogo, Pao Yu no pudo contenerse y exclamó: «Vine en busca de un Pao Yu; eres tú » El joven se levantó y lo abrazó, gritando: «No era un sueño, tú eres Pao Yu.» Una voz llamó desde el jardín: «¡Pao Yu!» Los dos Pao Yu temblaron. El soñado se fue. El otro le decía: «¡Vuelve pronto, Pao Yu!» Pao Yu se despertó. Su doncella Hhi-Yen le preguntó: «¿Qué sueñas, Pao Yu, estás afligido?» «Tuve un sueño muy raro. Soñé que estaba en un jardín y que ustedes no me reconocieron …»

Dos sueños de un joven Joyce

Publicado por: Z. B. Ortiz Nieto

Soñante: James Joyce

Contexto: Según su hermano Stanislaus, Joyce pensaba que los sueños son una “recomposición incontrolada” de nuestros pensamientos que revelan lo que nuestros pensamientos controlados encubren. Los dos sueños corresponden a los diecinueve años de Joyce.

Sueño:joyce

El primero: Una blanca llovizna cae lentamente. El sendero me lleva a un charco de agua oscura. Algo se mueve en el charco, es una bestia polar vestida con un tosco saco amarillo. Yo confío en mi garrote y mientras sale del agua observo que su lomo se hunde hacia la rabadilla. Se mueve pesadamente. No tengo miedo, la empujo y se coloca delante de mí. Mueve sus patas con lentitud y farfulla palabras en un lenguaje que no entiendo.

El segundo: Oscuras nubes cubrían el cielo. En la costa cenagosa, donde se encuentran tres caminos, se hallaba un gran perro reclinado. De vez en cuando levantaba el hocico en el aire y aullaba dolorosa y prolongadamente. La gente se detenía para mirarlo, algunos continuaban su marcha, otros se quedaban atraídos quizá por ese lamento en el que reconocían su propio dolor, que alguna vez tuvo esa voz y ahora está mudo, un testigo de los días difíciles. Comenzó a llover.

Interpretación: Vemos que la construcción del texto en ambos está altamente elaborada, como si fuera un pequeño relato. Joyce dijo a su hermano que en el segundo sueño el perro era él, Stanislaus. Éste no opuso reparos pero retrucó que bien podía ser que el lúgubre aullido proviniera de alguna parte secreta del propio corazón del soñante, es decir de James Joyce.