Publicado por: Anahí Rosas
Soñante: Creso, rey de Lidia
Fuente: Heródoto, Historias I-V, Ed. Akal Clásica.
Tragedia de Atis (I, 34-35)
Contexto: El rey Creso (ca. 595- 546 a.C.) fue el último rey de Lidia entre el 560 y 546. Al morir su padre, Creso conquista Panfilia, Misia y Frigia; sometiendo a todas las ciudades griegas de Anatolia hasta el río Halis. Debido a la gran riqueza y prosperidad de su país, se decía que era el hombre más rico en su tiempo. eródoto narra que antes de la batalla final contra Ciro de Persia, cuando éste invadió su reino, Creso «inmoló tres mil cabezas de todas las especies de ganado aptas para sacrificios y, además, levantó una enorme pira compuesta de lechos repujados en oro y plata, copas de oro, vestidos depúrpura y túnicas, y le prendió fuego con la esperanza de que estas valiosas ofrendas le otorgasen el favor del dios; asimismo, ordenó a todos los lidios que cada cual sin excepción sacrificara lo que pudiera». A continuación, Creso ordenó reunir un gran tesoro para enviarlo como ofrenda al templo del dios Apolo en Delfos. Según la detallada descripción que hace Heródoto, incluía 117 lingotes de oro, cuatro de ellos de oro puro, con un peso de 65 kilos; la estatua de un león de 260 kilos de oro puro, montada sobre un pedestal de lingotes de oro blanco de 6.000 kilos; cuatro vasijas de plata, dos aguamaniles de oro y plata, jofainas redondas de plata, una efigie de oro de tres codos de altura, collares, ceñidores y dos enormes cráteras, una de oro de 221 kilos y otra de plata con una capacidad de 11.000 litros, que los sacerdotes delfios utilizarían a partir de entonces en las fiestas primaverales de las Teofonías de Apolo para mezclar el agua y el vino. Por último, Creso obsequió a cada ciudadano de Delfos con dos estáteros de oro, la primera moneda de oro. Creso prosiguió la política de sometimiento de las ciudades griegas; de ahí que el gran historiador griego Heródoto dijera de él que «fue el primero, que yo sepa, en iniciar actos injustos contra los griegos». Esta agresión sería la causa del castigo divino que se cernió sobre Creso, cuyo instrumento fue Ciro, el fundador del Imperio persa. Según Heródoto, Creso cometió el error de invadir Persia, pero Jenofonte opina que el rey lidio fue más bien el líder de una coalición de pueblos unidos para hacer frente a la expansión persa. En cualquier caso, la batalla del río Halys precipitó el fin del reino de Lidia y de su dinastía.
Creso, tenía dos descendientes, uno de ellos era sordomudo, en cambio Atis, sobre el que tiene el infortunado sueño, destacaba sobre los demás niños de su edad.
Sueño: El Rey Creso tenía un sueño que presagiaba la desgracia de su hijo. El rey vio en su sueño un claro presagio de su muerte provocada por una herida hecha con una punta de hierro.
Creso despertó horrorizado y después de cavilar sobre los malos auspicios que sentía aproximarse al destino de su hijo, decidió no perder más tiempo. Es entonces cuando le busca una hermosa esposa y le prohíbe a Atis que tome el mando de las tropas. En la ciudad, da ordenes de requisar en todas las cosas cualquier arma de guerra y asegurar su custodia en su propios arsenales. Mientras Creso preparaba la boda de su hijo, llega a Sardes, la capital de Lidia, un frigio de linaje real. Este extranjero, había sido desterrado al haber matado a su hermano sin querer; le solicita a Creso que lo acoge en su palacio. Creso así lo decide: ofreciendo una ceremonia de purificación. El extranjero cuyo nombre era Adrastro se hospedó en el palacio. Al poco tiempo de este suceso, irrumpe en los alrededores del Monte Olimpo de Misia, un jabalí que aterraba a los campesinos y a su paso, destruía los campos cultivados. Los misios, tras varios intentos de cazarlo, solo quedaban heridos por la bestia. Estando desesperados, le piden al Rey Creso que enviase a su hijo junto con otros jovenes guerreros, para dar caza al animal. El rey, quién aún conservaba la imagen mostrada en aquel sueño, decide no enviar a su hijo, mas envía a un grupo escogido de lidios con una buena jauría de perros para la tarea contra el jabalí. Atis, no comprende hasta ese entonces por qué su padre nunca lo había enviado a desempeñar cualquier acción valerosa y le implora que le dé permiso. Creso, no tiene más remedio que compartir con Atis, su sueño y la preocupación que desde ese entonces tenía, Atis, entendía perfectamente la inquietud de su padre, más le argumenta que en el sueño, muere traspasado por una punta de hierro y siendo en esta ocasión, la caza de un jabalí, esto no podría ser cierto, y que, por lo tanto, no tendría por que suceder de este modo. Creo, entonces, decide atender el ruego de su hijo, otorgándole permiso para que éste fuera tras el jabalí. Manda entonces, a Adastro a cuidar a Atis, parten los dos en busca del jabalí con una jauría de perros y comenzaron a rastrear a su presa, al llegar a los bosques del monte Olimpo, después de unas horas, dan con el jabalí y logran acorralarlo. La confusión de esta escena es tremenda, puesto que los perros le rugían al jabalí, los caballos estando nerviosos, se cruzaban chocando entre sí y los hombres se lanzaban contra la bestia, quién aún estando herida, no dejaba de embestir. En medio de todo esto, Adrastro lanza un dardo contra el jabalí, con la mala fortuna de que fuese en el mismo momento en el que Atis cruzaba con su corcel: «La punta del arma cumple la predicción del sueño. Creso, al enterarse, enloquece de dolor. Adrastro al no perdonarse lo sucedido, le pide a Creso que lo mate, sin embargo el rey no accede al decirle que no era responsable de lo acontecido.
Interpretación: El sueño que Creso tiene sobre la muerte de su hijo predilecto, fue un sueño catalogado como ídolo, en la medida en que Cardano los cataloga. Pues de manera clara y sencilla, le muestra los sucesos, y aunque no hubiesen sido de manera inmediata o pronto, la muerte de Atis, fue inevitable, por más precauciones que toma el rey. Algunos intérpretes de la época sugieren, que este suceso era el castigo sobre el rey. Creso, quién era el quinto descendiente de la una dinastía comenzada por Giges, quién asesinó a su rey Astiages, instigado por la reina, para vengarse de una ofensa. Un oráculo predijo que al quinto descendiente de la dinastía le llegaría el pago por la traición.
Comentario: El Rey Creso, es protagonista de una frase; «Rico como Creso» puesto, que la historia lo señala como un rey generoso con un pueblo bastante próspero. Sin embargo, en alguno de sus diálogos con Solón de Atenas, le dice éste que la fortuna cambia de un día a otro. Así fue como sucedió, aunque el Rey Creso, pudo tener un pueblo bastante próspero y gente que luchara por sus causas no pudo detener lo que en el sueño le fue presagiado. Mostrando, de algún modo, que aunque fue previsor de todas aquellas causas que pudieran dar muerte a su hijo, no logra controlarlas todas y en el momento y de la persona menos esperados, es como se da muerte a su querido hijo.
![](https://narcosismagica.wordpress.com/wp-content/uploads/2015/11/desgracia-de-atis.jpg?w=176&h=138&crop=1)