Publicado por Karina Alejandra Aguado García

Soñante: Franz Kafka

Fuente: Kafka, Franz. Sueños, traducción de Iván de los Ríos, Errata Naturae, Madrid, 2010.

Sueño:

Un sueño, un sueño breve mientras dormía poco y convulsivamente, convulsivamente me agarro a él, con una felicidad desmedida. Un sueño con múltiples ramificaciones, con conexiones múltiples en su interior que se hacían comprensibles todas a la vez, de golpe.

Tan sólo recuerdo el motivo central: mi hermano ha cometido un crimen, un asesinato, creo. Yo he participado en el crimen junto a algunos más. El castigo, la disolución, la redención se aproxima desde la distancia, creen cada vez más, poderosamente, numerosos signos anuncian su incontenible llegada; creo que es mi hermana la que siempre advierte esos signos que yo recibo con exclamaciones dementes, la locura aumenta a medida que se van acercando. Eran exclamaciones breves, aisladas, tan repletas de significación que jamás pensé que pudiera olvidar su contenido, pero ahora no recuerdo ni una sola de ellas. No podían ser más que exclamaciones inarticuladas. Porque hablar me costaba mucho esfuerzo. Para proferir una palabra tenía que inflar las mejillas y, al hacerlo, torcer la boca, como cuando a uno le duelen los dientes. Mi felicidad consistía en que el castigo llegaba y yo le daba la bienvenida con alivio, convencido, dichoso, un instante que debería conmover a los mismísimos dioses, pude sentir la conmoción de los dioses hasta el punto de que casi se me salen las lágrimas.

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