Publicado por: Javier Santamaría.
Soñante: Hernán Cortés.
Fuente: Sonia V. Rose, Peer Schmidt, Gregor Weber (eds.). Los sueños en la cultura iberoamericana : (siglos XVI-XVIII). Sevilla : Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, 2011
Sueño:
Adurmiéndose Cortés una tarde soñó que súbitamente, desnudo de la antigua pobreza, se vía cubrir de ricos paños y servir de muchas gentes extrañas, llamándole con títulos de grande honra y alabanza; y fue así que grandes señores de estas Indias y los demás moradores de ellas, le tuvieron en tan gran veneración que le llamaban Teult, que quiere decir «dios e hijo del solo y gran señor», dándole de esta manera otros títulos muy honrosos; y aunque él como sabio y buen cristiano sabia que a los sueños no se había de dar crédito, todavía se alegró, porque el sueño había sido conforme a sus pensamientos, los cuales con gran cordura encubría por no parecer loco… Dicen que luego, después de sueño, tomando papel y tinta dibujó una rueda de arcaduces; a los llenos puso una letra, y a los que se vaciaban otra, y a los vacíos otras, y a los que subían otra, fijando un clavo en los altos. Afirman que los que vieron el dibujo, por lo que después le acaeció, que con maravilloso aviso y sutil ingenio, pintó toda su fortuna y sucesos de su vida.
Comentario: El sueño presentado puede tener dos tipos de interpretación, pues por un lado podemos guiarnos por las categorías antiguas diciendo que es un sueño que anticipa hechos y, por lo tanto es premonitorio o adivinatorio; pero por otro lado, tenemos que el análisis freudiano nos dice que los sueños suelen ser expresión de algún deseo, así que también podríamos decir que el sueño de Hernán Cortés es la expresión de reconocimiento y deseo de alabanza de parte de los indios.